Por definición, el determinismo tecnológico es la creencia que considera a la tecnología capaz de incidir de manera directa y positiva en el desarrollo social y económico de un contexto particular. Muy arraigada hoy en día, esta creencia no deja fuera a la educación. Esta visión asume que la tecnología es el motor del progreso y que existe una relación absolutamente lineal entre progreso tecnológico, económico, social, etc.
Históricamente, no podemos negar la gran influencia positiva que ha tenido la incorporación de nuevas tecnologías en contextos laborales o sociales, como por ejemplo, la imprenta, la telegrafía, el ferrocarril. Estos avances tecnológicos impulsaron la mejoría de la calidad de vida o productividad económica, creando una seria de creencias utópicas respecto de la necesidad de incluir a las tecnologías para progresar.
En educación existe lo que conocemos como las TIC (Tecnologías de información y comunicación), elementos imprescindibles de incorporar en un currículum educacional si se espera conseguir el éxito y calidad educativa. Desde mi punto de vista, si bien las TIC contribuyen a alcanzar mejores niveles de eficiencia, mientras se plantee su uso desde la concepción del determinismo tecnológico no se logrará un avance significativo educacional. Las TIC son meramente herramientas útiles para alcanzar un fin (la calidad educacional); sin embargo hoy en día, y debido a diversos aspectos en el contexto social - como la visión reciente que nos tacha como "sociedad de la información", en la que nuestra validez como ciudadano se verá directamente afectada por el acceso o posesión de conocimientos- se les ha dado un lugar crucial para lograr una educación efectiva. No sólo es una política que deja fuera la noción básica de que la educación no es un proceso aislado, sino también inefectiva en su desarrollo a largo plazo. La educación es el resultado de todos los contextos en los que toma lugar (social, económico, político, administrativo, etc), y pensar que la incorporación de las TIC es la clave para mejorarla, es una idea ingenua. No sirve de nada incorporar las TIC en una escuela tercermundista donde imperan altos índices de marginación social y económica.
No cabe duda que las TIC son un recurso maravilloso que ayuda a innovar significativamente tanto métodos de enseñanza como métodos de aprendizaje, pero si se pretende que ellas sean el eje para mejorar la calidad educativa nos encontraremos en un círculo vicioso sin ningún resultado. Se necesitan implementar tecnologías que sean significativas socialmente, instruir a los ciudadanos en su uso y contenido, enseñarles a sacarles provecho para fines positivos. Para que las TIC sean realmente útiles en educación debemos usarlas como medio en vez de fin, desechar la concepción de que tecnología es sinónimo de progreso y centrarnos en imponer políticas educativas sociales que sean útiles para todos los sectores de la población.
A continación, se adjunta un video que promueve el correcto uso de las TIC. Espero que lo disfruten!
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